Los días 6 y 7 de septiembre realicé una recorrida por algunas escuelas del interior. El jueves visité Villa Ramallo, donde los chicos de la escuela 6 Gral Manuel Belgrano me recibieron y charlamos sobre mis cuentos. También visité la escuela San Martín de General Rojo. Los chicos, muy entusiasmados me mostraron los dibujos que hicieron. ¡Y hasta estuvo el canal local! El viernes llegué a Rosario, y en la escuela Normal 2, más de 150 chicos escucharon mis anécdotas y me contaron sobre sus gustos literarios. Y por la tarde visité la escuela Boneo, donde los chicos me mostraron sus producciones gigantes, todas vinculadas con los cuentos de mis libros "Cuentos de princesas, caballeros y dragones", "Blanca suerte, negra suerte" e "Historias de princesas, amores y hechizos".
Gracias a todos por recibirme con cariño, abrazos y muchas preguntas divertidas. Espero volver el año próximo.
Les dejo algunas fotos para que vean esos momentos. Y pueden ver más imágenes en mi Facebook.
Saludos!
LIBRO JAG SAMEAJ
En este libro encontrarás relatos e ilustraciones sobre las fiestas judías, para leer con tus hijos, con tus alumnos, o con tus janijim. Los 13 cuentos relatan historias de Pesaj, Iom Kipur, Rosh Hashana, Sucot, Purim, Jánuka y muchas otras festividades. Tiene además 5 relatos bíblicos que te ayudarán a ubicar el contexto de cada fiesta. Ideal para chicos entre 4 y 9 años. Hacé click en la imagen y llevate el Ebook.
martes, 18 de septiembre de 2012
martes, 4 de septiembre de 2012
Día de la industria
El 2 de septiembre se celebró el Día de la Industria. Para aquellos que desconocen el porqué de este festejo, y para quienes son docentes y les gustaría tener un texto para trabajar con sus alumnos, les dejo uno que se publicó este año.
2
de septiembre - Día de la Industria
Antes de llamarse Buenos Aires y tener los altos edificios que
pueblan sus calles. Antes de ser La Reina del Plata y embellecer el continente.
Antes de la revolución de mayo, y transitar el camino hacia la libertad, Buenos
Aires era pequeña, poco poblada y estaba bajo las órdenes de los Reyes de
España. A pesar de no ser independiente, los ciudadanos descubrieron que tenían
algo muy preciado, algo que otras ciudades de América no poseían: un río con
salida directa al océano Atlántico. Los reyes de España, y los conquistadores
también vislumbraron grandes posibilidades de comercio frente a esta
oportunidad única. Era una reliquia.
Pocos años después de su segunda fundación, fechada en 1580 por
Juan de Garay, la Ciudad de La Santísima
Trinidad –hoy Buenos Aires–, comenzó su incipiente producción
manufacturera, alcanzando niveles mucho más altos que años anteriores. El Puerto de Santa María del Buen Ayre,
como Garay llamó al puerto, se convirtió en el pilar esencial de la exportación
hacia otros territorios. El puerto, codiciado y envidiado por muchos, fue el
eje central para que la ciudad alcanzara un auge en el comercio exterior, y sus
ciudadanos se vieran ampliamente favorecidos.
La carabela San Antonio partió
del puerto de Buenos Aires hacia Brasil, el 2 de septiembre de 1587, con un
cargamento de tejidos y bolsas de harina que habían llegado del interior. Tanto
los pobladores del interior como los mismos ciudadanos de Buenos Aires pudieron
percibir, con coraje y voluntad, que el futuro del comercio estaba en la
producción en exceso, y que esto les permitiría vender sus productos fuera del
territorio, es decir exportar sus manufacturas. Y si a esto se le suma la
posibilidad de contar con un puerto que permitiera a los barcos zarpar hacia
tierras lejanas con cargamentos para vender, la economía de Buenos Aires iría
en ascenso seguro.
Y por eso, por ese promisorio inicio en la industria argentina, en
la honorable lucha de los trabajadores por superar las dificultades y
contribuir en el ingreso y el bienestar de su país, recordamos que el 2 de
septiembre de 1587 un barco zarpó de Buenos Aires y dio comienzo a una era de
comercio industrial. Celebramos el día de la Industria, para recordar que
siempre hay un comienzo que implica mucho sacrificio, pero que después también
debemos luchar por preservar nuestros recursos.
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