Poesía con viento
Con una fuerza
imparable,
el viento
despertó a todos.
En una noche
memorable,
dormíamos muy
cómodos.
Las hojas secas
volaron
como pequeños
tornados,
y los árboles
comenzaron,
a moverse de lado a lado.
Más tarde los
papeles
iniciaron el
frenesí,
como alocados
pinceles
con pintura
carmesí.
La ropa levantó
vuelo,
como bellos
bailarines.
Bajo un
estrellado cielo,
pasearon por los
jardines.
La feroz tormenta
llegaba,
y empezaba el
invierno.
Con la frazada me
tapaba:
afuera era un
infierno.