LIBRO JAG SAMEAJ

LIBRO JAG SAMEAJ
En este libro encontrarás relatos e ilustraciones sobre las fiestas judías, para leer con tus hijos, con tus alumnos, o con tus janijim. Los 13 cuentos relatan historias de Pesaj, Iom Kipur, Rosh Hashana, Sucot, Purim, Jánuka y muchas otras festividades. Tiene además 5 relatos bíblicos que te ayudarán a ubicar el contexto de cada fiesta. Ideal para chicos entre 4 y 9 años. Hacé click en la imagen y llevate el Ebook.

lunes, 20 de junio de 2011

Bandera al viento

En el día de la bandera, quería saludar a todos con esta linda poesía. Gracias por leerme!

Bandera al viento

Como si alas tuviera,
Se mueve en el viento.
Admirar a mi bandera,
Me pone contento.

Celeste, blanca y un sol amarillo
Forman mi identidad.
Cuando la veo,
me siento argentino de verdad.

Los colores del cielo la forman,
Y Belgrano fue su creador.
De todos nosotros depende,
Que le tengamos respeto y amor.

En cada fiesta patria
La llevo cerquita de mi corazón,
como escarapela en mi pecho
Continuando nuestra tradición.

jueves, 9 de junio de 2011

Lifting

He realizado un cambio en el blog. Espero les guste.
Me volví minimalista.

saludos!

martes, 7 de junio de 2011

El semáforo que un día se cansó

Respetar las normas de tránsito es responsabilidad de todos. Y si no lo hacemos, vean qué puede pasar... Saludos!

El semáforo que un día se cansó
Una mañana, muy temprano, el semáforo de la esquina de mi casa no quiso trabajar más. Cerró sus ojos, y sus tres colores dejaron de verse. Entonces los conductores de los autos, camiones y colectivos se detuvieron sin saber qué hacer. ¿Avanzar? ¿Tocar la bocina? ¿Detenerse hasta
que aparezca el verde? Y lo mismo les pasó a los padres y los chicos, a los abuelos y los tíos.
No sabían si cruzar la calle o esperar que los autos pasaran. Todo el barrio enloqueció. Nadie sabía qué hacer. Entonces llegó un policía para dirigir el tránsito. Hacía sonar su silbato y movía las manos para indicarles a los autos que avanzaran o se detuvieran. Sin embargo, el semáforo seguía sin funcionar. Luego de varios días, llegó un camión con un nuevo semáforo. Sacaron al viejo semáforo que ya no mostraba sus colores y se lo llevaron. Mi mamá me explicó que lo cambiaron porque el viejo había dejado de funcionar. Dicen que el semáforo de la esquina de mi casa dejó de funcionar, pero estoy seguro que en realidad se cansó de que nadie lo respetara, que los autos pasaran cuando se ponía rojo, y que los peatones cruzarán cuando no debían. El semáforo se cansó de que nadie le prestara atención.