Como lo prometí, les acerco las producciones de los artistas que estuvieron en Ami Jai, en Hebraica, el sábado 23. Luego de la lectura de mis cuentos, los chicos tuvieron un espacio para dibujar o inventar nuevas historias. Aquí las producciones.
Encontrarán al caballero Alfredo subiendo las escaleras de la torre, a la princesa paseando por los jardines del castillo, un cuento sobre dinosaurios, y nuevos cuentos sobre dragones y príncipes.
Que las disfruten!
Saludos!!
sábado, 30 de octubre de 2010
domingo, 24 de octubre de 2010
Lectura en Ami Jai
En la tarde del sábado 23 de octubre tuve la dicha de ser invitado a la biblioteca Ami Jai, en Hebraica Pilar (no en la pileta). Es la biblioteca infantil del club, que me vió crecer y me llenó de historias y relatos increíbles. Y ayer me tocó a mi ser quien sumergió en un mundo de fantasía a un grupo de niños de 1er grado. Leímos dos cuentos de mi libro "Cuentos de princesas, caballeros y dragones", y luego los chicos dibujaron y escribieron nuevos cuentos.
Con la promesa que serán subidos pronto a este blog, les anticipo primero las mágníficas fotos del momento de producción.
Espero que la hayan pasado lindo, porque yo me divertí mucho.
Con la promesa que serán subidos pronto a este blog, les anticipo primero las mágníficas fotos del momento de producción.
Espero que la hayan pasado lindo, porque yo me divertí mucho.
domingo, 17 de octubre de 2010
Feliz día Madres!
En el día de la madre, quiero desearles a todas un feliz día, llenos de regalos, besos y cariños de sus hijos. Y para festejar, un cuento que tiene mucho que ver con el amor entre un hijo y una madre.
Que lo disfruten!
Que lo disfruten!
Una semilla de regalo
En la escuela me enseñaron que el tercer domingo de octubre es el día de la madre. Y en ciencias naturales me enseñaron a cuidar más la naturaleza. Por eso, cada día de la madre, le regalo a mi mamá una semilla. El primer año cuando se la regalé, no entendía por qué lo hacía. Entonces le expliqué: quería regalarte una flor, porque son muy lindas. Pero me enseñaron en el cole que no hay que arrancar las flores. Y las que venden en la calle, son cortadas también. Eso es no cuidar la naturaleza. Por eso te regalo una semilla. Para que la plantes, y así vas a tener una hermosa flor.
Y desde ese día, cada año, le regalo a mi mamá una semilla, para que crezca una hermosa flor. Es la manera más linda de celebrar su día.
sábado, 2 de octubre de 2010
Una media glotona para concurso
He decidido re-postear un cuento al que le tengo mucho aprecio. Lo hago por dos motivos. El primero, porque tal vez muchos de ustedes no lo leyeron, y me gustaría que lo hicieran y lo disfrutaran. Y segundo porque quiero participar de un concurso literario. "Un cuento en mi Blog". Pueden entrar al sitio, leerlo, y votarlo. Me gustaría. Y para aquellos que escriben, pueden participar también. Es una gran oportunidad. Abajo el linkl para leerlo.
Mi cuento para votar
Zona Literaria
Mi cuento para votar
Zona Literaria
Una Media Glotona
Franco salió del kiosco, con su alfajor en la mano. Se había comprado uno de chocolate, su favorito. Pero antes de poner un pie en la vereda, guardó su dinero en la media. Sí, en la media. Es una forma segura y cómoda de guardar la plata, cuando no se tienen bolsillos. Como les decía, Franco comenzó a caminar por la calle, rumbo a su casa, tan sólo unas cuatro cuadras. Siempre volvía del colegio a esa hora, y siempre le daban ganas de comerse un alfajor. Pero esta vez fue distinto.
Llevándose el último pedazo de alfajor a la boca, pasó por otro kiosco, donde vio las figuritas de fútbol que juntaba. Entonces se agachó para buscar el dinero en su media, pero no estaba todo lo que había guardado. Sólo quedaban $5, de los $7 que había guardado. “No puede ser”, pensó. “Se me deben haber perdido”.
Le entregó al quiosquero el billete a cambio de 3 paquetes de figuritas. Guardó en su media el billete y la moneda que le dio el hombre, como vuelto por la compra.
En el camino, se puso muy contento, porque le tocaron 5 figuritas que no tenía. Antes de llegar a su casa, recordó que su mamá le había pedido que comprara pan. Entró a la panadería y le dijo al dueño: “Me da medio kilo de pan”. El hombre eligió el pan más calentito, que es el más rico. Lo metió en una bolsa y le dijo: “Es $1, Franco”. El chico sabía que tenía una moneda en su media, pero no la encontró. “¿Qué pasa? ¿Dónde está la plata?”, se preguntó. El panadero al ver que Franco no hallaba el dinero le dijo: “Me lo paga tu mamá después. Andá”.
Franco salió de la panadería muy preocupado, pensando que tal vez tenía una media mágica que hacía desaparecer el dinero. Cuando llegó a su casa, le dijo a su mamá:
–Má. Tengo una media que me come la plata. Guardé dos veces billetes y monedas y no están. ¿Puede ser que mi media tenga hambre?
La mamá de Franco se rió y le dijo:
–Sentate y dame el pie.
La mujer le sacó la zapatilla a su hijo y luego la media. Entonces dijo:
–No, Franco. Tu media no come plata. ¡Tan sólo tiene una boca enorme! –y mientras decía esto le mostraba el gran agujero que tenía la media casi en el talón.– Toda la plata está acá, en tu zapatilla. Mirá–. Y así era. Todo el dinero estaba adentro.
Franco se puso un poco colorado de la vergüenza, pero enseguida comenzó a reírse como un loco. “Menos mal. Se imaginan si me comía el pie”, pensó.
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