LIBRO JAG SAMEAJ

LIBRO JAG SAMEAJ
En este libro encontrarás relatos e ilustraciones sobre las fiestas judías, para leer con tus hijos, con tus alumnos, o con tus janijim. Los 13 cuentos relatan historias de Pesaj, Iom Kipur, Rosh Hashana, Sucot, Purim, Jánuka y muchas otras festividades. Tiene además 5 relatos bíblicos que te ayudarán a ubicar el contexto de cada fiesta. Ideal para chicos entre 4 y 9 años. Hacé click en la imagen y llevate el Ebook.

lunes, 31 de octubre de 2011

Recorrido por escuelas

Sigo recorriendo escuelas de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Los chicos y los docentes me reciben con los brazos abiertos y con muchas ganas de oírme contar las historias de princesas y caballeros. Además me contaron sobre sus vidas y les adelanté varios secretos sobre mis próximos libros. ¡Muy pronto tendrán noticias!
Mientras tanto, algunas fotos. El 30 de septiembre pasé por el colegio Superior de Lomas, donde me recibieron los chicos de sala roja, 1ero, 2do y 3er grado. Y el 20 de octubre estuve en el Damasa Zelaya de Saavedra, y junto a los chicos de 3er grado compartimos una mañana muy divertida!



viernes, 21 de octubre de 2011

Ilustraciones de La hija del Rey

Hola! Como hace mucho que no les traigo novedades, les dejo algunas ilustraciones de mi último libro "La hija del Rey", dibujados por la genia de Ana Sanfelippo
Los cuentos son: Un fantasma enamorado y Un duende de verdad
Espero los disfruten y les den ganas de ir corriendo a comprarlo.
Saludos!




jueves, 8 de septiembre de 2011

El libro imaginado

Hace mucho que no les traía un cuento para leer, para distenderse, para divertirse.
Por eso, les dejo un texto que escribí hace un tiempo, para el día del libro.
Que lo disfruten!

El libro imaginado

Alejandra iba rumbo a la escuela, como todas las mañanas. Pensaba en lo lindo del otoño, las hojas de tonos amarillos y marrones. Le encantaba usar bufanda, y nunca salía de su casa sin ella. Mirando las hojas del suelo estaba, cuando encontró un libro. Allí, descansaba sobre el colchón natural, arropando a los personajes que vivían adentro. Alejandra buscó a su dueño por los alrededores, pero no encontró a nadie. Ni siquiera a alguien para preguntarle.
      Se agachó suavemente para agarrarlo. En la tapa roja, un dinosaurio con cabeza de pato y colmillos de elefante, pisoteaba una ciudad, y los vecinos corrían despavoridos. El título era: “Las increíbles andanzas de mi mascota mutante”. Interesante título, pensó Ale, y lo guardó en su mochila. Durante toda la mañana, se imaginó de qué trataría el libro. ¿Sería un dinosaurio del pasado? ¿Su dueño sería un científico loco? ¿Se habría comido a un pato y por eso tenía esa cara? ¿Serán muchas historias o una sola? ¿Será una mascota mutante genéticamente alterada o habrá nacido así?
Cuando la maestra de matemática le pidió a la clase que resolviera las cuentas que había escrito en el pizarrón, ella se distrajo pensando en que tal vez, la mascota del libro sabría hacer cuentas. Mientras el maestro de música les enseñaba las notas musicales, Alejandra se imaginaba al mutante cantando en una ópera. Cuando la maestra de plástica entró al aula, Ale creyó que el personaje de su nuevo libro pintaría en sus ratos libres. Toda la mañana estuvo imaginando las historias que guardaba en su mochila.
Al salir de la escuela, corrió a su casa, saludó a su mamá ni bien entró, y pidió que no la molestaran, porque tenía mucho que leer. Se acostó en su cama, y como quien comienza una aventura, con el libro en sus manos tomo aire y lo abrió.
En blanco. Las hojas estaban en blanco. Ni un cuento corto, ni una frase, ni siquiera una letra olvidada por el escritor. Nada. Gran decepción se llevó al ver que no había historia.
Sin embargo, se le ocurrió una gran idea. Se sentó en su escritorio, tomó un lápiz, y se dispuso a ser ella la escritora de las fabulosas aventuras del mutante. Después de un día de tanto soñar con la mascota mutante y sus andanzas, no le sería difícil. Porque al fin y al cabo, todos podemos inventar historias, escribirlas, y navegar con nuestra imaginación. Un libro siempre está en blanco, cada uno lo llena con sus ganas de aventurarse.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Otra escuela, otros ilustradores

El 18 de agosto, pasé por la escuela Cristo Rey de Laferrere. Vi luz y entré. Allí me recibieron más de 100 chicos de tercer grado, con muchas ganas de escuchar mis cuentos y de llevarse cada uno un libro a su casa. Después de la lectura y la charla, firmé varios ejemplares mientras los chicos me hacian sus regalos: decenas de dibujos de mis cuentos.

Les traigo las ilustraciones de estos destacados dibujantes, con futuro promisorio.
Gracias chicos por una mañana inolvidable!

Y como yapa, les dejo algunas fotos para que vean que realmente estaban muy entusiasmados.
saludos!

viernes, 26 de agosto de 2011

En Producción

Les traigo las fotos de los chicos de la escuela Berón de Astrada, en plena producción de sus dibujos. Además me verán a mi leyendo algunos cuentos y charlando con ellos. Muy pronto, los dibujos y fotos de otras escuelas.
Saludos!

lunes, 15 de agosto de 2011

Pequeños Ilustradores

El miércoles 10 de agosto fui a la escuela Genaro Berón de Astrada. Es la Escuela Nº 9 D.E. 2, en Palermo. Allí me recibieron casi cuarenta chicos de 3er grado, con mucho entusiasmo y deseos de escuchar las historias de mis libros "Cuentos de princesas, caballeros y dragones" y "Blanca suerte, negra suerte". Los chicos ya habían leído algunos de los cuentos, y estuvimos charlando sobre los personajes, las historias y sobre sus propios intereses. Además les conté sobre mi vida de escritor.
Para finalizar, los chicos hicieron unos hermosísimos dibujos, de ambos libros, que les traigo para que los aprecien. Algunos serán verdaderos ilustradores!
Gracias a las docentes y las autoridades de la escuela, que con un gran compromiso hicieron posible una mañana increíble. Gracias por los regalos, sus palabras, y por dejarme compartir junto a los alumnos un rato muy divertido.

viernes, 12 de agosto de 2011

La hija del Rey

Como no hay dos sin tres, les traigo la tapa del tercer libro que publiqué. "La hija del rey" es un libro con bellas ilustraciones de Ana Sanfelippo, y la editora es Olga Drennen. Quipu es la editorial que hizo realidad esta obra.
En el libro relato dos historias:
Un fantasma enamorado y Un duende de verdad.
Ambos cuentos están dirigidos a primeros lectores, pero chicos de 4 y 5 años también pueden disfrutarlos mucho.
Muy pronto en todas las librerías del país.

saludos!




jueves, 4 de agosto de 2011

La vida de un naranjo


Les traigo un lindo relato, publicado hace un tiempo en las revistas de Ediba. Espero les guste. Saludos
LA VIDA DE UN NARANJO
Hace algunos años, mi mamá trajo una semilla a casa. Era tan chiquita como la uña de mi dedo meñique. Ella me contó que cuando creciera sería un árbol grande, con muchas hojas, y que cada verano nos daría naranjas. Yo me entusiasmé mucho. Ya quería verlo crecer, ver sus flores y comer sus naranjas. Pero mi mamá me dijo que había que tener paciencia, que los árboles no crecen de un día para el otro.
Todos los días, al regreso de la escuela, me sentaba en el patio para ver si el naranjo había crecido algo. Pero sólo veía tierra. Ningún brote, ningún tallo. El tiempo pasó, y yo me olvidé de aquella semilla. Hasta que un día, me acuerdo que fue en agosto, salió de la tierra un pequeño tallo, con una hojita verde. Era el árbol que comenzaba a crecer, a despertarse. Entonces mi mamá me contó que el naranjo hacía mucho que ya estaba creciendo, pero debajo de la tierra, con sus raíces. Entonces le pregunté por qué no crecía más rápido, si no tenía ganas de ser grande y fuerte. Entonces mi mamá, que sabe de muchas cosas, me dijo: “Este árbol es como vos, hijo. Disfruta cada momento de su vida. Primero fue una semillita, ¿te acordás?. Después fue una pequeña hojita y ahora es un tallo. Dentro de algunos años será un gran árbol, con flores y naranjas. Pero crece con calma, como vos, que ahora sos un chico, pero dentro de unos años también serás grande”.
Y desde ese día, todas las tardes, me siento a ver crecer un poquito el naranjo. Me siento a verlo crecer, porque seguro que también él me ve crecer a mí.

jueves, 28 de julio de 2011

Fotos en la Feria

El sábado 23 de julio estuve en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires. El stand de Longseller se llenó de chicos y padres, con muchas ganas de jugar y escuchar mis historias. Leí un cuento del libro "Cuentos de princesas, caballeros y dragones", y un fragmento de "Blanca suerte, negra suerte". Después los chicos jugaron con preguntas sobre la suerte y la mala suerte, mientras armaban un rompecabezas con los dibujos del nuevo libro. Los invito a ver los momentos plasmados en las fotos, que muestran lo divertido que estuvo! Gracias a todos por estar allí!




jueves, 21 de julio de 2011

Ilustraciones y Feria del Libro

Les traigo algunas ilustraciones de Catriel Tallarico, quien con gran destreza logró crear a Melindo y los personajes de mi nueva novela "Blanca suerte, negra suerte". Pasen a ver algunas de las ilustraciones que pueblan el libro.

Además invito a todos aquellos que tengan niños, o que conserven su niño interior, a la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires. El sábado 23 de julio estaré en el stand de Longseller firmando ejemplares y jugando con los chicos. Los espero!! saludos

viernes, 1 de julio de 2011

Blanca suerte, negra suerte

Les presento a todos mi nuevo libro!!
"Blanca suerte, negra suerte"

Nadie nace con mala suerte. Es más, nacemos con buena suerte, pero depende de nosotros si conservamos o no esa dichosa suerte. Algo así le sucedió a Melindo, el gato negro de Almagro. Luego de un evento bastante extraño, pierde su buena suerte y se ve inmerso en una serie de incansables aventuras y apariciones de personajes felinos, perrunos, humanos y de otras especies, e intentará recuperar lo que es suyo. Y para eso buscará ayuda en el desconocido barrio del Once.


La novela está dirigida a chicos entre 8 y 10 años, pero la pueden disfrutar todas las edades. Ilustrada con mucha calidad por Catriel Tallarico y editada por Longseller.

La encontrarán en la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires, y muy pronto en todas las librerías del país y del exterior.

Saludos!

lunes, 20 de junio de 2011

Bandera al viento

En el día de la bandera, quería saludar a todos con esta linda poesía. Gracias por leerme!

Bandera al viento

Como si alas tuviera,
Se mueve en el viento.
Admirar a mi bandera,
Me pone contento.

Celeste, blanca y un sol amarillo
Forman mi identidad.
Cuando la veo,
me siento argentino de verdad.

Los colores del cielo la forman,
Y Belgrano fue su creador.
De todos nosotros depende,
Que le tengamos respeto y amor.

En cada fiesta patria
La llevo cerquita de mi corazón,
como escarapela en mi pecho
Continuando nuestra tradición.

jueves, 9 de junio de 2011

Lifting

He realizado un cambio en el blog. Espero les guste.
Me volví minimalista.

saludos!

martes, 7 de junio de 2011

El semáforo que un día se cansó

Respetar las normas de tránsito es responsabilidad de todos. Y si no lo hacemos, vean qué puede pasar... Saludos!

El semáforo que un día se cansó
Una mañana, muy temprano, el semáforo de la esquina de mi casa no quiso trabajar más. Cerró sus ojos, y sus tres colores dejaron de verse. Entonces los conductores de los autos, camiones y colectivos se detuvieron sin saber qué hacer. ¿Avanzar? ¿Tocar la bocina? ¿Detenerse hasta
que aparezca el verde? Y lo mismo les pasó a los padres y los chicos, a los abuelos y los tíos.
No sabían si cruzar la calle o esperar que los autos pasaran. Todo el barrio enloqueció. Nadie sabía qué hacer. Entonces llegó un policía para dirigir el tránsito. Hacía sonar su silbato y movía las manos para indicarles a los autos que avanzaran o se detuvieran. Sin embargo, el semáforo seguía sin funcionar. Luego de varios días, llegó un camión con un nuevo semáforo. Sacaron al viejo semáforo que ya no mostraba sus colores y se lo llevaron. Mi mamá me explicó que lo cambiaron porque el viejo había dejado de funcionar. Dicen que el semáforo de la esquina de mi casa dejó de funcionar, pero estoy seguro que en realidad se cansó de que nadie lo respetara, que los autos pasaran cuando se ponía rojo, y que los peatones cruzarán cuando no debían. El semáforo se cansó de que nadie le prestara atención.

lunes, 23 de mayo de 2011

Ahora que sé leer

Un relato para aquellos que comienzan a leer. Saludos!

Ahora que sé leer
Desde que nací, todas las noches mi mamá me cuenta un cuento. Yo elijo un libro y ella me lee historias sobre astronautas que recorren planetas, sobre princesas y dragones, sobre vaqueros del Oeste.

Todas las noches escucho con mucha atención cada historia que mi mamá me cuenta, antes de quedarme dormido. Una vez pensé que se iban a terminar los libros, y que mi mamá no me iba a contar más cuentos. Pero siempre hay un cuento para leer, me dijo ella.

Ayer mi mamá estaba enferma, tenía tos y no podía levantarse de la cama. Me di cuenta que no iba a poder contarme un cuento. Entonces se me ocurrió una idea. Entré a su cuarto con uno de mis libros en la mano. Le sonreí y empecé a leer: "Había una vez en un planeta lejano…"

Ahora que sé leer, yo también le cuento historias.

lunes, 2 de mayo de 2011

Cuando el invierno se acerca

Todavia falta para el invierno, pero con el frío que se avecina, nada mejor que una poesía.

Cuando el invierno se acerca...

Cuando el invierno se acerca,
No encontramos flores.
Los árboles están sequitos,
Y pierden sus colores.

Cuando el invierno se acerca,
Comienza a hacer mucho frío.
Tenemos que usar guantes y bufanda
Y cuidarnos del resfrío.

Cuando el invierno se acerca,
Llueve muy seguido,
El Sol no calienta mucho,
Y parece más dormido.

Cuando el invierno se acerca,
Tomamos sopa y chocolatada caliente.
Nos olvidamos del helado,
¡Eso es para valientes!

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mi estación preferida

Después de un receso de vacaciones, volvemos al blog con nuevas historias, novedades y mucho más. Espero que no me hayan extrañado!! Como falta poco para que comience una nueva estación, les dejo un cuento que me gusta mucho, para que disfruten y usen con sus alumnos!
Saludos!


MI ESTACIÓN PREFERIDA

Martín y yo siempre volvemos juntos de la escuela. Mientras nuestras mamás caminan detrás de nosotros y charlan sobre recetas de cocina, mi amigo y yo inventamos juegos. Un día somos vaqueros del Oeste, con sus caballos que galopan a gran velocidad; otro día somos astronautas, que viajan por el espacio descubriendo nuevos planetas; también hemos sido bomberos, pintores y muchas cosas más. Pero ayer no jugamos a nada. Yo no tenía ganas. Martín había dicho algo que me hizo pensar durante todo el camino: “El otoño es la época más fea del año” dijo.

Cuando llegué a casa, no quise ni mirar la tele. Estaba muy preocupado. Para mí el otoño no era la estación más fea. Entonces me senté en la silla, tomé un lápiz y un papel y comencé a escribir todas las cosas que me gustaban del otoño. Al principio fue un poco difícil, pero después me di cuenta que ¡es mi estación preferida! Me aprendí de memoria todas las cosas que había escrito para decírselas hoy a Martín. “Vamos a ver si es la estación más fea”, pensé.

Hoy, ni bien llegué al cole, me acerqué a Martín y le dije:

–¿Seguís pensando que el otoño es la estación más fea?

–Si, seguro –me dijo.

–Para mí es la época más linda, ¿sabés por qué? –le pregunté.

–No, ¿por qué? –me respondió él.

Lo agarré de la mano y lo llevé hasta un rincón del patio, debajo del gran árbol que hay en la escuela.

–Para mí el otoño es la mejor estación, por esto –y mientras le decía estas palabras, comencé a pisar las hojitas que había en el suelo.

Martín quedó con la boca abierta. La tenía del tamaño de una pelota de fútbol. Un ruido muy lindo salía de cada hoja que pisaba. Se oían “Crash”, “Crunch” y muchos otros sonidos. Parecía que las hojas cantaban. Entonces Martín también comenzó a pisar las hojas. Estuvimos todo el recreo jugando a pisar las hojas secas. Lo hacíamos más fuerte y más suave, más rápido y más lento. Y siempre era divertido.

–Tenías razón, el otoño está muy bueno –dijo Martín con una sonrisa.

–Si, y además es mi estación preferida porque cumplo años –le contesté mientras no paraba de pisar las hojas.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Detrás del Mueble

Para finalizar el año, y dar comienzo a uno nuevo, les traigo un cuento. Una experiencia, más que un cuento. Y nos demuestra cómo a veces llevamos nuestras manos por caminos insospechados. Que lo disfruten y feliz 2011!!!


Detrás del Mueble
           Hugo, mientras hacía la tarea de la escuela, dejó caer su lapicera detrás del mueble de su cuarto. Entre refunfuños y protestas, se propuso rescatarla. Tan sólo un delgado espacio entre el mueble y la pared permitía que Hugo estirara su mano, sin poder ver lo que tocaba, para intentar lograr su objetivo. Buscó sobre el suelo, con la punta de sus dedos. Sintió el piso de baldosas frías y el zócalo áspero. Una vez que sus dedos reconocieron el lugar, y el rostro de Hugo se arrimó lo más posible al mueble y casi parecía querer traspasarlo, el chico encontró algo.
       Parecía redondo, con zonas rugosas. Y blando como una esponja, ya que con sus dedos podía deformar aquel objeto. Siguió palpándolo para tratar de descubrir de qué se trataba. Sintió una zona más lisa, con pequeñas hendiduras y pozos. Sintió pelos desordenados, desparejos. Le pareció sentir como un botón más frío que el resto de lo que había tocado. Definitivamente, eso no es la lapicera, se dijo, y continuó buscando con sus dedos.
         Apoyó su dedo índice sobre algo viscoso, pegajoso. Enterró el dedo casi con asco, sin saber qué podría pasar. Sintió que su dedo se hundía, y tuvo la irrefrenable idea de enterrar sus otros dedos. Como una masa sin forma, podía mover sus dedos dentro de ella. Era cálida. Sacó sus dedos de allí, y se los frotó entre ellos, descubriendo que lo que antes era una sensación de pegajosidad, ahora se volvía más consistente y perdía esa extraña propiedad.
        Sus dedos encontraron algo muy caliente y cuadrado; algo que lo pinchó; un poco de suciedad que se quedó adherida a sus dedos; algo que le hizo cosquillas como si caminara sobre su mano. Hasta que descubrió un objeto alargado, que entraba en su mano, con una punta fría, que al pasar el dedo, le pareció que una bolita giraba. Extrajo la mano de allí con el elemento entre sus dedos, y efectivamente, había encontrado la birome, y su dedo manchado con líneas de tinta. Pero había encontrado otras muchas cosas de las que nunca quiso saber de qué se trataban.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Lecturas en escuelas

Con la editorial Longseller visitamos varias escuelas durante octubre y noviembre. La propuesta era clara: generar con los chicos de 1, 2 y 3º grado, un espacio de narración, intercambio y juegos. Con mi libro a cuestas, llegamos a las escuelas Instituto Monseñor Dillón y Parroquial San Justo el 29 de octubre, y el 25 de noviembre al Instituto San Martín en Banfield. En total más de 700 chicos, escucharon mis cuentos, me hicieron preguntas, conocieron un poco más sobre el arte de escribir, y muchos contaron que sueñan con escribir historias y publicarlas. Fueron encuentros divertidos, gratificantes, llenos de sorpresas, y lo más importante, llenos de personajes que permitieron que los chicos dejaran volar su imaginación por un rato. Yo, muy feliz. Ellos, miren sus caras al escuchar las historias. Les dejo algunas fotos. Que las disfruten.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Quién quería terminar las clases?

Para celebrar mi cumple, la semanas de las artes, y el post número 60, les traigo un cuentito, propio del fin de las clases... que están muy cerca!!!
saludos!!


¿Quién quería terminar las clases?

Yamila se acercó a Tatiana en el recreo y le preguntó:

–¿Sabes que dentro de unos días termina el año y no hay que venir más al colegio? ¿No estás re–contenta?

Tatiana se quedó pensando un rato. Miró a sus compañeros de grado que jugaban a la pelota. Miró a las nenas saltar a la soga. Miró a las maestras charlando con sus alumnos. Se acordó de su cuaderno y de todas las cosas que había aprendido ese año. Aprendió lo que significa la palabra Identidad. Aprendió a multiplicar. Descubrió la historia de Cólon y de San Martín y lo que habían hecho. Aprendió los colores primarios. Aprendió que el año tiene 365 días, y que cada cuatro años, se agrega un día más. Entonces miró a su amiga, y le respondió:

–¿Y vos sabes que durante tres meses no vas volver a compartir conmigo el banco? ¿Sabes que durante tres meses Ignacio no te dará cada día una de sus galletitas de chocolate? ¿Y sabes que durante tres meses la seño no nos va a leer esos cuentos tan lindos?

Yamila se quedó callada. Y después de pensar un rato, gritó:

–¡¿Cuánto falta para volver a empezar el colegio?!

Los chicos y las maestras que estaban en el patio dejaron de jugar y miraron a Yamila. Y ante la mirada de todos, las dos nenas comenzaron a reírse con muchas ganas. ¿Quién quería terminar las clases? Yamila seguro que no.