Y me llené de alegría cuando recibí algunos ejemplares de Octubre / Noviembre de 2011, con un cuento de mi autoría. Tal vez algunos ya lo conocen, pero nunca está de más darle una nueva leída. Además las ilustraciones de Kajum son muy buenas.
Espero lo disfruten.
Les dejo el link al sitio, para que puedan ver la revista on line.
Mi cuento lo pueden encontrar en la página 29.
MOSTRI Y SUS AMIGOS
Y acá el cuento con algunas ilustraciones
Saludos!
UN RATÓN
ENOJADO
Malena se despertó con un rayito de
sol que le iluminaba la cara. Enseguida recordó lo último que había hecho la
noche anterior: había colocado debajo de la almohada el primer diente que se le
cayó. Dispuesta a encontrar un billete, sacó la almohada. Pero para su asombro
nada había allí. Entonces enojada gritó:
–¡Mamá! No puede ser. ¡El ratón
Pérez no vino!
Mientras tanto, en la casa del
Ratón Pérez, que en realidad no era una casa, sino un agujero hecho en una
pared, estaba el ratón. Y estaba lo más pancho, acostado en su cama leyendo una
revista de superhéroes. Cuando la señora Pérez lo vio, le preguntó preocupada:
–¿Qué te sucede, amor?
–¡No quiero ir a trabajar!
–contestó el ratón con mucha energía.
–¿Qué? –se sorprendió la ratoncita.
–Tenés que ir a trabajar, sino miles y miles de chicos no recibirán el dinero a
cambio de su diente.
–Ya lo sé, pero no quiero ir a
buscar más dientes. Que se los queden ellos.
–¿Por qué decís eso, Pérez?
–preguntó intrigada doña Pérez.
–No quiero comprar más dientes
porque están todos sucios, rotos y descuidados. Si los chicos no se lavan bien
los dientes, no me sirven. Comen y comen golosinas, y no se cuidan sus dientes.
–Pero no podés dejar de ir a
trabajar por eso –le explicó su esposa. –¿Por qué mejor no buscamos una
solución al problema?
Luego de pensar mucho, y de tanto
caminar por la cueva, a Pérez se le ocurrió una idea maravillosa. Con un lápiz
en la mano, salió corriendo.
Cada vez que llegaba a una casa, se
llevaba el diente y dejaba un billete y un papelito donde escribía:
“Amiguito: Es la última vez que me
llevo un diente tuyo tan descuidado. O empezás a cepillarte mejor los dientes
después de cada comida y antes de irte a dormir, o no recibirá más mi visita.
Es muy importante que tus dientes crezcan sanos y fuertes, los vas a necesitar
para toda la vida. Además, ¿no te gustaría tener una sonrisa grande y hermosa?.
Espero que sigas mis consejos. Te saluda un amigo que te quiere, el Ratón
Pérez”.
De esa forma Malena y todos los
chicos del mundo comenzaron a lavarse mejor los dientes, a ir más seguido al
dentista y a comer menos golosinas. Entonces el Ratón Pérez pudo seguir
trabajando sin problemas. Menos mal, porque sino iba a tener que buscar otro
trabajo.