Les dejo un nuevo cuento, publicado el año pasado en la revista Maestra de Segundo Ciclo, de la editorial Ediba.
UN MENSAJE FUERA DE ÉPOCA
El martes
desayunaba mi chocolatada con galletitas, mi papá tomaba su café bien caliente,
y mi mamá, su yogur, como todos los días antes de ir al cole, cuando de repente
sucedió algo un poco raro. Por debajo de la puerta apareció un papel. Muy raro.
Los tres nos miramos sorprendidos. A veces llegaban papeles por debajo de la
puerta, pero eran papeles para pagar la luz, el gas, y todo lo que mis papás
siempre pagan. Pero esta vez no, no era un papel como esos. Era todo blanco.
Mi papá se
levantó y agarró el sobre que había llegado. Lo miró y luego dijo:
–Thiago, es para vos. Es una carta.
–¿Una qué? –pregunté.
–Una carta. Te la manda… No dice –respondió y me la
dio.
Yo la abrí, con ayuda de mi mamá, que me dijo que
había que tener cuidado de no romper el papel que estaba adentro. Extraje la
hoja que había, llena de palabras.
Me puse a leer, despacio, porque no leía tan rápido
todavía. Mamá dice que debo practicar más.
“Querido Thiago. Quería hacerte llegar un mensaje
muy importante. Al principio pensé en mandarte señales de humo, pero sé que no
las ibas a reconocer, y tal vez pensarías que eran nubes negras y que pronto llovería.
Por eso las descarté.
Luego pensé en una paloma mensajera. Pero no tenía
ninguna amaestrada. Y no sé dónde se consiguen. Además, ¿mirá si conseguía una,
y en lugar de ir a tu casa se perdía en el camino y nunca te llegaba mi
mensaje? Creo que no saben usar GPS. No, por eso obvié el ave…”
Levanté la vista sin entender ni medio. Y eso que
soy un poco despistado, pero esto era muy confuso. Entonces continué leyendo.
“...Iba a mandarte una botella con el mensaje
adentro, pero no estamos en medio del mar, así que la botella se iba a romper
cuando la arrojara. También descarté eso.
Pensé en pintar una pared con el mensaje, pero no
lo ibas a ver cuando yo quería que lo vieras. Sabés que no tengo celular, por lo
que no puedo escribirte por Whatsapp o llamarte. Y creo que vos tampoco tenés.
El Fax ya no existe; computadora para mandarte un mail no tengo. Así que opté
por este medio. Un poco en desuso, pero muy efectivo y atractivo. Por eso te
digo:
¡FELIZ CUMPLE, THIAGUITO DE MI VIDA! QUE LOS
CUMPLAS MUY FELIZ”
Escrito en colores, con globos alrededor. Era un
mensaje muy lindo. Y abajo decía:
“Tu abuela Rosa, que te quiere con todo su corazón”
Levanté la vista y mis papás con una sonrisa
esperaron que dijera algo. Solo pude reírme y pedir el teléfono para llamar a
mi abuela Rosa y agradecerle por el hermoso regalo que me había mandado.
2 comentarios:
Me.encantoooo!! Re tierno!!
Muchas gracias MariFer! saludos
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