LIBRO JAG SAMEAJ

LIBRO JAG SAMEAJ
En este libro encontrarás relatos e ilustraciones sobre las fiestas judías, para leer con tus hijos, con tus alumnos, o con tus janijim. Los 13 cuentos relatan historias de Pesaj, Iom Kipur, Rosh Hashana, Sucot, Purim, Jánuka y muchas otras festividades. Tiene además 5 relatos bíblicos que te ayudarán a ubicar el contexto de cada fiesta. Ideal para chicos entre 4 y 9 años. Hacé click en la imagen y llevate el Ebook.

sábado, 29 de agosto de 2009

Discusión entre árboles

Un cuento que narra la discusión entre dos árboles, sobre quién es mejor y qué puede hacer cada uno. Que lo disfruten. saludos!


DISCUSIÓN ENTRE ÁRBOLES
Un eucalipto y un ombú fueron plantados el mismo día, uno muy cerca del otro. Con el paso de las semanas, dos brotes comenzaron a asomarse. El ombú crecía despacio, sin apuro, mientras el eucalipto se extendía hacia el cielo. Su tronco crecía sin cesar, y de él se desprendían ramas por doquier. Mientras tanto, el ombú lo veía alejarse del suelo, cada vez más alto.

Un día, el eucalipto decidió hablarle a su compañero.

–Querido ombú, me extraña que no crezcas como lo hago yo. ¿Tienes miedo a las alturas? ¿No quieres ver el mundo desde lo alto?

–Me encantaría, amigo eucalipto, pero creo que lo importante no es llegar tan arriba, sino mantenerse y ser feliz donde uno está. Le pregunto, ¿sus raíces son suficientemente fuertes?

–Jajaja –rió el gran árbol–. No necesito de mis raíces. Al llegar tan alto, casi tocando el sol, sus rayos me ayudan a alimentarme, y las pocas raíces que tengo toman algunos minerales de la tierra. Yo no necesito raíces fuertes. Además, ¿quién mira las raíces? Todo hombre que pasa por aquí, mira mi magnificencia, mi altura. En usted no encuentra nada atractivo.

–Está muy equivocado. Mis raíces y mi tronco grueso son muy atractivos. Y me ayudan a sostenerme, a mantenerme en pie.

–No necesito nada de eso. Creceré y creceré, hasta verlo a usted tan pequeño como una hormiga –dijo el eucalipto con voz fuerte, ya que cada vez estaba más lejos del pequeño y bajo ombú.

Pasaron varios días, y mientras el ombú fortalecía sus raíces, el eucalipto no dejaba de estirarse. Pero una tarde, el cielo se llenó de nubes negras, espesas nubes que anunciaban una gran tormenta. El aguacero se hizo intenso, pero eso no preocupó a ninguno de los dos árboles. Sin embargo, la lluvia llegó acompañada de fuertes vientos, vientos tan potentes que movían al eucalipto de aquí para allá. Mientras el ombú se mantenía firme en su lugar, el eucalipto comenzó a desprenderse del suelo. Sus delgadas y débiles raíces no le permitieron sostenerse en pie, y cayó. Cayó muy adolorido en el césped. Cuando el temporal se detuvo, el árbol que se había preocupado por crecer muy alto, se dio cuenta que el ombú seguía firme y resistente. Entonces comprendió que es importante crecer, pero también mantenerse firme para poder soportar todos los problemas que pueden llegar. No importa sólo lo que los otros ven, sino también lo que nos da fuerza para mantenernos en pie, como las raíces del árbol.

10 comentarios:

Paola Aragón R. dijo...

Hola Darío, gracias por pasarte por mi blog, tienes un blog muy interesante,y la que tiene que felicitarte soy yo a ti, eres un gran escritor, no dudes que seguire visitándote.

un abrazo desde málaga

Pao

Mosilni dijo...

Hola Darío, me encantan tus cuentos y este especialmente. Alguna vez hablamos de lo importante que es que las personas tengan raices y alas.

Evangelina Prieto dijo...

Qué linda enseñanza...
Mis felicitaciones
Abrazo

Unknown dijo...

Hola Dario, es muy grato pasar por aquí...siempre hay una reflexión.
Nos estamos comunicando, saludos!!

Cotepinta dijo...

dario..gracias por pasar por mi blog..yo ya habia visitado el tuyo antes y hoy de igual forma me dejas encantada..bello cuento y tan cierto....en mi entorno estoy rodeada de eucaliptus....y grandes y maravillosos como son asi tambien son los primeros en doblarse ante en viento y caer cuando menos lo esperas....raices!..si, la base de todo y todos.....
besos y abrazos para ti
la cote

Patricia González Palacios dijo...

Dario, me encantó tu cuento y me llego en forma especial, primero porque adoro los árboles, chicos, grandes , sobretodo esos de mil años, y hace poco yo también escribí un cuento sobre las hojas y los árboles , porsupuesto en forma simple y autodidacta, pero fue una linda experiencia, pasaré más seguido por aquí, un abrazo paty

gma dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Darío A. Levin dijo...

muchas gracias a todos por sus alentadores comentarios!!!
saludos, y estaré visitando sus blogs.

Anónimo dijo...

hola.. me encanto esa historia te rre felisito por esa buena istoria

gina dijo...

hola! tengo 17 años y doy clases de arte a los niños!! tratamos el tema de los arboles y me encanto este cuento para contarselos!! felicitaciones escribes muy hermoso!!